Puerto Rico, devastado tras el paso de María.
- Guss Rodriguez
- 24 sept 2017
- 2 Min. de lectura
Toda la isla está sin luz tras un huracán que ha dejado 32 muertos.

María, sin embargo, atravesó Puerto Rico como un cuchillo. El ojo del huracán entró por la costa Sureste el miércoles por la mañana y recorrió la isla hasta la costa Norte, por donde salió esa misma tarde. Llegó y se fue con categoría 4, la segunda más alta, con rachas de viento que llegaron a los 250 kilómetros por hora. Ha sido el huracán más agresivo en Puerto Rico desde hace más de 80 años. «Parecía que las ventanas querían salirse de las paredes», describe Elba. En muchos casos, lo consiguieron. «Mi hermano vio los cristales de la casa de su suegro volar», relata Leticia Villalón desde New Jersey. Sus padres, sus tres hermanos y casi todo el resto de su familia está en Puerto Rico. Ayer había conseguido establecer
comunicación telefónica con dos de sus hermanos, los que viven en la zona metropolitana de San Juan. Con sus padres y el tercero de sus hermanos todavía no lo había logrado. Viven en Ponce, la principal ciudad al sur de la isla, donde los destrozos en las infraestructuras de comunicación son más graves. El viernes por la mañana, ni siquiera las autoridades habían conseguido establecer comunicación con partes de Puerto Rico, sobre todo comunidades en el sur y en el centro. Una de las grandes prioridades de las autoridades ayer por la mañana era conseguir establecer comunicación satelital con todos los puntos de la isla.
Al cierre de esta edición, la cifra oficial de víctimas era de seis personas, aunque los medios locales daban por seguro que habría más. La cantidad de heridos es imposible de calcular a estas alturas. Uno de ellos es uno de los hermanos de Leticia, que tuvo que salir fuera de su casa en medio del huracán para tratar de salvar un generador, y una planta de metal salió volando y le impactó. Los generadores son de especial importancia. Con Irma, el 70% de la isla quedó sin acceso a electricidad. Algunas partes empezaban a recuperar el abastecimiento cuando María empezaba a acercarse a la costa portorriqueña. La fortaleza de este último huracán dejó sin electricidad a la totalidad de la isla y se calcula que pasarán meses hasta que la situación se normalice.
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